AHME, sig. AF 810 Ver enlace
El documento del mes de julio del año 2015, el «Reglamento para una buena estancia en Santa Pola»[1], de 1810, habla del veraneo antes de que fuera una costumbre generalizada, aunque será en la segunda mitad del siglo XIX cuando comienza a adquirir importancia, incluso a generar cambios en algunas poblaciones.
Pero las auténticas transformaciones se producirán a partir de los años 50 del siglo XX, ya que con el veraneo se popularizó, además, el turismo, especialmente el denominado turismo de masas.
El recurso económico de «sol y playa», debido a las benignas condiciones de nuestras costas, convirtió al turismo en una de las principales fuentes de renta y empleo, promocionándose desde la marca «Costa Blanca». Este hecho transformó la realidad económica de la zona, pero su impacto no dejó indemne a otros aspectos como el territorial. La provincia de Alicante se convirtió en una gran receptora de veraneantes y turistas, tanto nacionales como extranjeros, contribuyendo a ello el aeropuerto de Alicante-Elche.
Este incremento turístico está en buena medida ligado al intenso crecimiento de edificaciones en la costa, que sufre un proceso de urbanización masivo vinculado a la característica del turismo de nuestras costas que es principalmente residencial, es decir, un modelo en el que predomina el alojamiento en viviendas y apartamentos. Esto provocó una rápida transformación de los espacios turísticos litorales y sus entornos, como son, por ejemplo, los paseos marítimos o los puertos deportivos, surgiendo, al mismo tiempo, nuevas urbanizaciones en lugares en donde hasta ese momento no existían asentamientos. La tipología de las edificaciones se mueve entre las viviendas aisladas y bungalows pareados o adosados en línea, y bloques horizontales con gran capacidad de viviendas en ellos, en algunos casos a la orilla misma del mar. Situado también en la orilla, se construyó el hotel de Los Arenales del Sol, inaugurado en 1963, entonces rodeado de dunas y naturaleza que cerró sus puertas en 1979, aunque no la polémica por sus ruinas.
Este conjunto de postales de Los Arenales del Sol, El Pinet, Santa Pola y Tabarca que hemos elegido como documento del mes y en las que podemos reconocer la evolución de los espacios levantados de viviendas para albergar a toda la población que disfrutaba del veraneo en la costa, pertenecen a colecciones de particulares que han sido donadas al AHME. Gracias a la tarea que llevan a cabo personas como Santiago Penalva Alberola y Francisco Flores Cortés, el archivo puede ver incrementados sus colecciones con imágenes procedentes de publicaciones periódicas, folletos, fotografías o, como es este caso, postales. Por eso queremos agradecer públicamente la donación desinteresada de los documentos.
El aumento del turismo también tuvo sus repercusiones en el turismo de interior, si bien al no ser residencial, lo que propició fue la creación de otro tipo de alojamientos como hoteles y campings. En esta ocasión hemos querido únicamente centrarnos en el turismo de «sol y playa» de la «Costa Blanca» en la que nuestro litoral está comprendido.
Feliz verano a todos.
[1] http://www.elche.com/micrositios/archivoelche/noticias/julio-reglamento-para-una-buena-estancia-en-santa-pola/