Más de la mitad de las intervenciones de drogas fueron efectuadas por el Guía Canino ilicitano y su perra, siendo destacada las detecciones de cocaína y metanfetamina.
El pasado fin de semana, durante la celebración de la última carrera del Campeonato Mundial de Motociclismo en el circuito Ricardo Tormo, la Unidad Canina de esta ciudad prestó servicio en el control y vigilancia del evento, uno de los más concurridos del calendario deportivo y que convierte a Cheste en el destino de miles de aficionados.
Por tal motivo se desplazaron tres perros antidroga, entre ellos un miembro de la unidad de la Policía Local de Elche, para participar en el operativo especial integrado por Policía Local, Guardia Civil, Policía Nacional o Protección Civil, entre otros. En esos días Cheste recibe, según datos de la Agencia EFE, cerca 209.707 visitantes de los que 110.220 se dan cita el día de la carrera, siendo la prueba con mayor asistencia de público del campeonato, por delante de circuitos como Assen o Le Mans. Recientemente el acalde de la localidad, José Morell, ha felicitado por “el trabajo a destajo durante todo el Mundial” de los cuerpos de seguridad participantes. Las cifras que se publican se resumen en 60 vehículos inmovilizados o denunciados por carecer de SOA, tarjeta de transporte, ITV o infracciones como circular en dirección prohibida o sin casco (un sector muy reducido de los aficionados, por otra parte).
En lo referente a Seguridad Vial se han contabilizado 23 positivos en test de detección de drogas y 32 alcoholemias, con únicamente 6 detenidos por agresiones y robos, atendiendo al gran volumen de gente, aunque sí puede observarse un gran número de intervenciones en materia de infracciones administrativas.
En el apartado de control y detección de sustancias estupefacientes en la que colaboró nuestra Unidad Canina, se levantaron más de 300 actas, de las que más de 170 fueron realizadas por el binomio ilicitano Alex-Abril. Su labor fue reconocida personalmente por propio alcalde al presenciar su actuación en el dispositivo en el que colaboraban, destacado en la entrada a la estación metro, el cual destacó el trato y limpieza de los intervinientes. Durante los tres días de trabajo los grupos gozaban de un dinamismo y heterogeneidad de cuerpos que sólo obedeció a la obtención de los mejores resultados posibles al objeto de garantizar la seguridad, destacando los propios componentes la detección de pequeñas dosis de cocaína o metanfetamina, de gran dificultad por tratarse de pequeñas cantidades. En los períodos de descanso de Abril su guía prestó servicio de apoyo en tareas de control de tráfico y seguridad con el resto de compañeros.