Febrero: Amor en tiempos de guerra

Febrero: Amor en tiempos de guerra

AHME, sig. H-141-21 Ver enlace


H-141-21-001PA lo largo de todos los documentos del mes que hemos ido presentado, ha quedado de manifiesto la variedad y riqueza documental del AHME que permite reconstruir el pasado de nuestra ciudad desde diversos puntos de vista: organización municipal, urbanismo, fiestas, etc. Sin embargo, son más escasos los documentos que recogen historias personales. En este mes de febrero, hemos querido presentar uno de estos documentos: el que recoge el caso de Nicolasa de Bustos y Luis Villaespesa, acusados de haber contraído matrimonio, viviendo todavía el primer marido de la novia.

Hay que indicar que esta causa se había iniciado en Algeciras, ciudad en la que la pareja había sido detenida; pero el matrimonio se había celebrado en la iglesia de San Juan Bautista de Elche. Por este motivo, el juez instructor del caso, el alcalde mayor de Algeciras, Manuel Andrés Embite, solicitó en agosto de 1811 a los alcaldes ordinarios ilicitanos información sobre dicho enlace, remitiéndole las declaraciones de los dos acusados que nos ha permitido reconstruir su historia, con el escenario de la Guerra de Independencia como telón de fondo[1].

Nicolasa de Bustos, de 25 años y natural de Jaén, se había casado hacia unos diez u once años con Tomás Sánchez en la Iglesia de San Pedro de Jaén, trasladándose posteriormente a vivir a Málaga. A los cinco años, Nicolasa pidió permiso a su marido para ir a Jaén a ver a sus padres – donde estuvo 15 días -, y a Granada, a ver a unos familiares. Pero Nicolasa ya no volvió a Málaga con su marido, permaneciendo en la ciudad granadina. Después de unos años, el padre de Nicolasa, Agustín de Bustos, se puso en contacto con ella para comunicarle que su marido Tomás Sánchez había fallecido en el hospital San Juan de Dios de Málaga, y remitiéndole su fe de viuda.

Durante su estancia en Granada, Nicolasa  conoció a Luis Villaespesa, sargento del regimiento  1º de Guadix, cuando éste fue a llevarle una camisa para que se la bordara. Al saber que se había quedado viuda, empezó a cortejarla  y le pidió matrimonio, a lo que ella  accedió. Pero Villaespesa tuvo que marchar con su regimiento a Ocaña, y le pidió la fe de viuda a su prometida “pues no quería que se casase con otro”, con la mala fortuna que se vio involucrado en la batalla de Almonacid (Toledo), en la cual perdió el equipaje y los papeles que llevaba, entre ellos, la fe de viuda. Fue hecho prisionero, aunque logró escapar y volver a  Granada. Pero el avance del ejército francés hacia el sur por Despeñaperros, obligó a las tropas españolas a retirarse a Murcia y a Elche, ciudad esta última donde se ubicó el cuartel de dicho regimiento.

Hasta Elche le siguió su prometida, con la que se casó el 31 de mayo de 1811 en la iglesia de San Juan Bautista por el capellán del regimiento de Guadix, fray Antonio del Patrocinio, y después de que el teniente vicario general castrense concluyese un expediente para resolver el supuesto estado de la novia, en el que varios soldados compañeros de Luis Villaespesa declararon haber visto dicha fe de viuda antes de que se perdiera.

Sin embargo, el primer marido de Nicolasa, Tomás Sánchez, no había fallecido y  denunció a la pareja, que fue arrestada cuando estaban embarcados en el puerto de Algeciras con destino a  Ugíjar, pueblo natal de Luis Villaespesa.  La trama se complicó aún más con otro suceso: el dicho Tomás Sánchez se encontraba en Algeciras al parecer buscando a su mujer, cuando fue amenazado por otro individuo que le quitó su fe de casamiento y le advirtió que “si trataba de hacer alguna diligencia por Nicolasa Bustos tendría que sentir”.

Desconocemos el final de esta historia. El alcalde mayor de Algeciras pedía a las autoridades ilicitanas que se le enviase el expediente que había iniciado el teniente vicario general castrense para dicho casamiento;  y que se contrastaran los datos que aportaban los reos con los que existían en los libros parroquiales de la Iglesia de San Juan Bautista. Con todas estas pruebas, intentaría llegar a la verdad de este asunto y despejar las incógnitas que planteaba: ¿por qué Nicolasa había abandonado a su marido marchando a vivir a Granada? ¿le había enviado realmente su padre la fe de viuda? Se casó con Luis sabiendo que su marido no había fallecido?

[1] AHME, sign. H-141/21.