AHME. Sig. 11-2-69 Ver enlace
Desde el AHME continuamos con la presentación de los proyectos que nos muestran la evolución urbanística de la ciudad. En meses anteriores mostramos el barrio del Asilo y el de “les Pataes”. En esta ocasión, le toca al barrio de San Miguel o del Piñón, llamado así por haberse urbanizado sobre el huerto de este mismo nombre a finales del s. XIX, y situado en el entonces límite este de la ciudad, junto a la calle Almórida. Para ello contamos con el expediente originado por la petición de Manuel Pomares García – en representación de sus tías Concepción y Teresa García Barceló- solicitando permiso para urbanizar dicho huerto, y que incluía el plano del mismo firmado por el maestro de obras Pedro León Navarro Vidal ¹.
Este barrio, junto con el del Carmen, fueron los primeros en construirse a finales del s. XIX, tras la recuperación económica y demográfica que había padecido la ciudad durante esa centuria. Estos barrios, al igual que había ocurrido en el s. XVIII con los de Saravia, Conrado e Illetes, se llevarán a cabo a costa de huertos de palmeras de propiedad privada, ya que la existencia de la rambla dificultaba la expansión de la ciudad hacia el otro lado del río.
La urbanización del barrio de San Miguel se vio favorecida por la edificación del ya citado barrio del Carmen, y sobre todo, por la construcción del teatro, primero llamado Municipal y después de Llorente. Este teatro, que viene señalizado en el plano, fue construido en 1863, y llegó a ser el eje vertebrador de esta zona, como demuestra el hecho de que la última calle de la ciudad en dirección norte, llamada precisamente del Piñón, pasó a denominarse del Teatro. Este edificio, actualmente desaparecido, estaba ubicado en el lugar que ocupa en la actualidad el edificio de los sindicatos.
Según podemos apreciar en el plano que acompaña a la instancia del citado Manuel Pomares García, el barrio de San Miguel limitaba al este con el teatro Llorente, y la calle del Teatro, actual calle Almórida; y por el norte, con una hilera de casas ya construidas que miraba hacia la carretera de Alicante. El eje central del nuevo barrio era la calle Velarde, en dirección este–oeste; y tres calles transversales a ésta: Vicent Guirau; teniente Ruiz Bru, y Daoiz. La hilera de casas construidas en la carretera de Alicante hizo que este barrio no pudiera tener salida hacia ésta, y quedó formando un callejón —calle Juan Bautista Sala—, para aprovechar al máximo el espacio.
Pero la concesión de la licencia no fue sencilla, y su trámite pasó por algunos inconvenientes. Manuel Pomares García solicitó realizar este proyecto el 9 de octubre de 1890, y aunque hubo un informe favorable a su aprobación por estimarlo “de suma utilidad pública, por tratarse de los alrededores del teatro municipal”, no se consideró válido por estar firmando por un solo miembro de la Comisión de Ornato, y se paralizó su tramitación. En agosto de 1892, Manuel Pomares volvió a reiterar su solicitud, apremiado por la intención del conde de Almodóvar de obrar una casa en la carretera de Alicante, que impediría que las calles proyectadas en el barrio de San Miguel tuvieran salida a dicha carretera.
El informe preceptivo de la Comisión de Policía y Obras puso muchas objeciones a este proyecto. Manuel Pomares pretendía beneficiarse de las ventajas fiscales que establecía el artículo 14 de la Ley del 22 de diciembre de 1876, que declaraba obras de utilidad pública las de ensanche de poblaciones. Pero dicha comisión consideraba que esta urbanización no estaba incluida en ningún plan de ensanche, ni el promotor se había comprometido a ceder al ayuntamiento la propiedad de los terrenos necesarios para las calles, por lo que no podía beneficiarse de dicho artículo. No obstante, concluía el informe que el ayuntamiento no era competente para resolver y que debía remitirse el expediente al gobernador provincial.
En diciembre llegó la resolución desde Alicante, rechazando dicho proyecto por contener algunas deficiencias: carecía de acotaciones en cuanto a longitud, latitud, dirección y pendientes máximas de las nuevas calles, y “no determina tampoco la manera de relacionarse estas con las que hoy existen al menos con las manzanas que forman el límite actual de la ciudad”. No obstante, consideraba que si se corregían, el proyecto podía ser sometido de nuevo al examen y aprobación del ayuntamiento. Desconocemos si se realizó un nuevo plano con estas modificaciones —al menos no se conserva en el AHME—, pero años después, en 1896, se empezaron a construir las primeras casas de este nuevo barrio.
[1] AHME, sign. 11/2-69. Solicitud de Manuel Pomares García, como apoderado de Concepción y Mª Teresa García Barceló, para edificar un nuevo barrio llamado San Miguel en el huerto denominado del Piñón.