Mayo: La Torre de Siuri en las actas de los Libros de sitiadas

Mayo: La Torre de Siuri en las actas de los Libros de sitiadas

AHME. Sig. b 18 Ver enlace


b-18-237r-pSomos conscientes de la dificultad de reconstruir la historia de las torres del campo de Elche y, aún más si estas están situadas en la margen derecha del río. En este lado, al estar bajo riego de Marchena, no hay tanta documentación hasta el siglo XVII, como ocurre con la huerta de los cristianos regada por la Acequia Mayor. En líneas generales es más difícil poder reconstruir la historia del campo que de la ciudad por eso hay que valorar cada testimonio, cada documento, cada información para que nos acerque al conocimiento real de nuestro pasado.

Esta vez las noticias más antiguas sobre la desaparecida torre de Siuri las hemos extraído de los Libros de sitiadas. Así, una de las órdenes que se recogen en las sitiadas, con motivo de la epidemia de peste de 1648 es que no se deje entrar a la gente que salga al campo y caiga enferma, que se queden donde estén o que los lleven a la torre, que ya aparece citada como «de Siuri», en el Plà, que era lazareto.

La sitiada era una reunión de algunos miembros del consell, no todos, en la que no faltaban justicia y jurados y se reunían para resolver asuntos prácticos relativos al gobierno de la ciudad. Es una fuente muy rica en información que recoge la resolución de muchos acuerdos adoptados por el consell. Por ejemplo, si el consell ordena la realización del inventario del Hospital, en la sitiada se recoge el citado inventario.

El documento elegido como documento del mes está fechado en 1671¹ y se refiere a la demanda de un particular a la sitiada para utilizar unas tierras alrededor de la torre para cultivar que eran realengas, su jurisdicción era de la villa, y nos da más información sobre la zona y algunos de sus elementos cuando dice así: «per part de Pedro Marín se li a demanat suplicas a ses merceds y present sitiada li plasia consedir-li, llisençia permís y facultat per a poder fer aquell y fabricar un corral de ganado y una era contigua en la partida del Plà, en la terra realench ques al llevant del aljup del Plà que afronta: de tremontana ab terres de Mateu Roldan, migdia ab camí que passa a la torre dita de Siuri, que pren y passa per lo pont de Marchena, de llevant ab dita sèquia de Marchena, y de ponent ab la vertent del dit aljup». Visto que no iba a causar daño, se le concede permiso a Pedro Marín para hacer el corral.

La torre de Siuri aparece citada en otros documentos de sitiadas y todo invita a pensar que llevaba tiempo consolidada en este lugar. De los elementos que aparecen citados en el documento queremos destacar la vertiente, que regaba esta zona y que también está ya desaparecida. Es fundamental, en zonas áridas como esta, el aprovechamiento que se da al agua de las vertientes, barrancos y ramblas. Esta, que llega a la torre de Siuri y nace en Carrús tal y como lo demuestran documentos de época posterior, recogía el agua en el aljibe, que aparece todavía en las fotografías de principios del siglo XX, y regaba toda esta área convirtiendo esta zona de la margen derecha del Vinalopó en un huerto. Al menos así lo confirma otro documento de sitiada de fecha unos años posterior, del 19 de febrero de 1676, cuando habla de la «torre y ort dita de Siuri y Corbí», junto al camino de Orihuela.

El acceso al agua de la vertiente y de la acequia de Marchena, junto al camino y en una posición algo elevada, son circunstancias que dan a la torre una localización especialmente beneficiosa. No sabemos mucho más de su desarrollo posterior, salvo el nombre de algunos propietarios. El más conocido, sin duda, el obispo Siuri.

Marcelino Siuri Navarro nació en Elche en 1654. Estudió en la Universidad de Valencia, doctorándose en Teología. Fue nombrado obispo de Orense y posteriormente de Córdoba, donde estuvo desde 1717 hasta su muerte en 1731, dejando huella en numerosos edificios de la ciudad y en la publicación de su obra teológica. Su padre era Antoni Siuri, doctor en Derecho, y síndico de la villa en Valencia para los asuntos de tribunales, especialmente los pleitos con el señorío. Su paso por el consell ha quedado reflejado en numerosas noticias, como en los libros de actas de las sesiones del propio consell. Entre los trabajos que desempeñó se encuentra la realización del inventario del archivo municipal o el cargo de mayordomo del Hospital de la villa. Ahora, por este documento del mes de mayo —extractado de las actas de las sitiadas— sabemos que La Torre ya era propiedad de Antonio Siuri, si es que ambos son la misma persona.

En 1958 la Comisión Municipal Permanente² , reunida el 23 de abril, estudió la instancia de un particular que solicitaba el derribo de una construcción rural en estado ruinoso conocida por La Torre para construir bloques de viviendas. En el acta de esta Comisión se describe el inmueble en cuestión: «… la edificación que se solicita derribar está constituida por un grupo de construcción, sin ningún carácter definido, alrededor de una antigua torre, resto al parecer de la antigua casa solariega del obispo Siuri». Previamente, la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos había sugerido al Ayuntamiento que conservara el edificio porque, además de haber sido la casa solariega del ilustre ilicitano obispo de Córdoba, Marcelino Siuri, «puede considerarse como monumento local a causa de su antigüedad».

La Comisión decidió el derribo de la torre de Siuri o torre del Plà, como también era conocida anteriormente, porque era discutible su carácter artístico y únicamente se podía considerar su aspecto histórico en relación con la vida de la ciudad. En el solar que resultaría de su derribo se podrían levantar nuevos edificios «imponiendo a los propietarios del edificio la obligación de conservar el escudo de armas de la torre, que se colocará en la parte central de edificio que se reedifique y en la fachada recayente a la calle Ramiro Ledesma Ramos» (actual Federico García Lorca).

Desde luego la Comisión Municipal Permanente no se equivocó en calificar su aspecto histórico vinculado a la historia de la ciudad, aunque no lo conozcamos como se merecería. Ahora, nos queda únicamente su historia en los documentos.

[1] AHME. 1670-1676. Llibre de sitiades. Acta de la sesión correspondiente al día 8 de diciembre de 1671. Sign.: b 18, ff. 237-238.

[2] AHME. Documentación municipal. 1958. Demolición del edificio denominado “La Torre”. Sign.: Leg. 525, nº 52.