AHME. Sig. 170-68 Ver enlace
Este año se cumplen 80 años desde que finalizó la guerra civil española. Unos meses después del último parte de guerra dado por Franco el 1 de abril de 1939, el Gobierno Civil de la provincia de Alicante dirigió un escrito “urgentísimo” al Ayuntamiento de Elche solicitando memoria de los daños y perjuicios sufridos en el término municipal durante la guerra. Este informe era preceptivo para todos los alcaldes, a fin de valorar la situación general de la provincia y las necesidades de la misma, y debía responder a cuatro apartados fundamentales:
1.- El cálculo de daños y perjuicios, que comprendía desde pérdidas humanas a bienes inmuebles o actividades.
2.- Situación de la administración local.
3.- Estado de los abastecimientos.
4.- Otras materias que se considerasen dignas de mención.
El escrito del Gobierno Civil está fechado el día 3 de agosto de 1939 y un mes más tarde se produce la respuesta de Elche con la memoria solicitada, dando lugar a un escueto expediente elegido como documento del mes[1].
Las referencias al cálculo de daños lo distinguen en varios apartados:
-Asesinatos: se afirma que hasta la fecha se han inhumado 92 cadáveres y que la cifra subirá hasta 200.
-Edificios: constan como destruidos todas las iglesias y un convento, calculándose la cuantía económica de los mismos en cinco millones de pesetas.
-Agricultura: Describe el término municipal con 19.933 fincas, en total 5.344 hectáreas. Se habían incautado durante la guerra 255 fincas con una superficie de 3.100 hectáreas, al menos eso consta en el documento, cultivándose las tierras más aventajadas. Se habían dado en arrendamiento 2.319 fincas de las que sus dueños no habían percibido renta alguna. La superficie cultivable estaba dedicada en casi la mitad de su extensión a cereales y hortalizas y, en menor medida, repartida por orden de mayor a menor extensión, a los siguientes cultivos: olivos, almendros, palmeras, granados, algarrobos, higueras, viñas, y por último, frutales y naranjos. El informe también hace referencia a los árboles arrancados o secos.
-Ganadería: había sufrido un 20% de merma el ganado cabrío, un 50% el ganado lanar, habiendo desaparecido el ganado de cerda y la cría de ganado de labor.
-Industria: aunque la maquinaria industrial no padeció destrucción importante, los daños afectaron al desabastecimiento o desaparición de existencias.
-Administración local: la situación económica no es presentada como mala, aunque se tuvo que recurrir al crédito bancario. Hay que tener en cuenta la bajada de recaudación al bajar también, lógicamente, los ingresos por arbitrios.
-Depuración de personal: en la fecha que se redacta el informe, todavía no está resuelta, aunque sí se había producido ya la destitución fulminante de todos los que eran considerados rojos.
-Abastecimientos: se da cuenta de la escasez en legumbres, aceite y pan, sobre todo, y de la carestía de los precios.
Entre otras cuestiones consideradas destacables la memoria hace mención a la situación de paro forzoso de muchos trabajadores —más de 300— que podría ir aumentando en progresión geométrica.
Este informe de carácter general, fechado el 4 de septiembre de 1939, forma parte de un expediente de Secretaría del Ayuntamiento de Elche, que es de donde procede buena parte de la documentación concerniente al periodo cronológico de la guerra civil española (1936-1939). Muchos de estos expedientes son decretos, certificados o cualquier otra diligencia relativa a acuerdos tomados durante las sesiones de la Comisión Gestora. Entre ellos podemos ver los trámites administrativos practicados en una ciudad que sigue su curso a pesar de la guerra, pero también las medidas adoptadas al conocerse la sublevación fascista, el nombramiento de la Comisión Gestora, la constitución del Comité Local de Refugiados, o el Consejo de Economía local y hasta el censo de bicicletas sujeto a requisición militar, las facturas de la defensa pasiva o la relación de heridos en el hospital de sangre.
Tanto la ley de Memoria Histórica, Ley 52/2007 de 26 de diciembre, como la Ley 14/2017, de 10 de noviembre, de memoria democrática y para la convivencia de la Comunitat Valenciana recogen la importancia del acceso a los archivos y documentos tanto de la Guerra Civil como del periodo de la dictadura, por la reparación necesaria y por la necesidad de que honrando la memoria, esta se convierta en una herramienta de análisis para garantía de derechos inviolables. No es nuestra intención dar a conocer aquí todos los fondos que se conservan en el AHME, porque esta sección del documento del mes no tiene la amplitud necesaria, pero sí utilizar este ejemplo como pretexto para incidir en el uso de determinadas fuentes documentales del AHME para la investigación de estos años. En general, además de estos expedientes que hemos comentado, en lo que afecta al periodo de la Guerra Civil, la documentación más relevante la podemos encontrar en: los libros de Actas, los expedientes de Secretaría y los legajos de Correspondencia. Han sido utilizados para la investigación, aunque para datos muy concretos, los libros de Registro de Entrada y Salida de documentos del Registro General y los libros de Cementerio. Asimismo, en documentos de tipo gráfico los planos de los refugios constituyen un buen modelo de lo que estamos diciendo. Cualquier documento puede ser considerado de importancia para no sufrir daños en la memoria.
[1] AHME. Documentación Municipal. 1939. Escrito del Gobierno Civil interesando memoria de los daños y perjuicios sufridos en el término municipal durante la guerra y memoria de los mismos. Sign.: 170, nº 68.