MARZO: FELISA LÁZARO Y EL TEATRO KURSAAL

MARZO: FELISA LÁZARO Y EL TEATRO KURSAAL

GT 002-PORTADA

FELISA LÁZARO Y EL TEATRO KURSAAL

El 24 de marzo de 1920 se reinauguró el teatro Kursaal. En principio estaba previsto estrenarlo con la obra La loca de la casa, de Benito Pérez Galdós pero —según nos cuenta Pedro Ibarra—, por una huelga de transporte, las cajas con el vestuario quedaron detenidas en la estación de ferrocarril de La Encina y hubo de cambiarse por la representación de Esclavitud, del dramaturgo José López Pinillos. No hubo problema porque había programadas varias funciones seguidas, desde el día 24 al 29 de marzo, con el motivo de esta nueva apertura que iban a ser representadas por la misma compañía de teatro la de Margarita Xirgú y Enrique Borrás.

Estamos, pues, de aniversario, de feliz aniversario porque el 24 de marzo el Gran Teatro, tal y como hoy lo conocemos, cumple cien años. Pero, para que la compañía Xirgú-Borrás pudiera reinaugurar este singular edificio de Elche, el teatro tuvo que hacer su propio recorrido en el tiempo en el cual tuvo un papel destacado una mujer. Se trata de Felisa Lázaro, actriz y cantante, que compró el Teatro-Circo por 42.000 pesetas, para convertirlo en el teatro Kursaal, en 1909.

Detrás de la Glorieta del doctor Campello había un huerto de palmeras, que en 1906, compró la sociedad Nueva Económica Obrera para construir un teatro-circo, tal y como informó al Ayuntamiento el presidente de esta sociedad José Más Torres. El huerto de palmeras estaba comprendido entre las calles Santos Médicos, Olivereta e Higuera, espacio que alojaría el nuevo edificio para espectáculos que se quería levantar y que tendría entrada por las tres calles mencionadas. Además, los propietarios se comprometían a embaldosar la calle Hospital, incluso las fachadas correspondientes a otros propietarios, hasta la esquina del edificio, a cambio de que el Ayuntamiento dispusiese la prohibición del paso de carruajes por esa vía. Este teatro-circo disponía de un espacio para espectáculos circenses y otro para representaciones teatrales. Pero, en julio de 1907, este nuevo teatro sufrió un conato de incendio que puso de manifiesto las deficiencias estructurales del edificio y de sus instalaciones y fue cerrado por las denuncias presentadas.

Felisa Lázaro, de la que no tenemos muchos datos biográficos, compró este maltratado edificio de espectáculos para volverlo a abrir ya con el nombre de teatro Kursaal, después de ciertas reformas. El documento del mes de marzo de 2020[1] es un recordatorio a esta mujer, en el mes y año en que celebramos el centenario del Gran Teatro. El documento sirve de testimonio de la necesidad de realizar estas reformas. Así, el 31 de agosto de 1909 Juan José Méndez de Vigo, en nombre de su representada, Felisa Lázaro, propietaria del teatro Kursaal, presentaba un memorial al Ayuntamiento en el que exponía que, para proseguir las reformas en el exterior de este edificio, solicitaban la aprobación de las siguientes obras: reedificar una pared lindante con la calle Olivereta, de una altura de 3,50 metros con tres líneas de ventana de 40 centímetros cuadrados aproximadamente y abrir varios huecos de iguales dimensiones, además de una puerta, en la pared de la calle Santos Médicos. Asimismo, se pretendía cubrir los dos lados de este local con techumbre de teja plana con una cornisa voladiza de unos 20 centímetros. En este memorial, el solicitante indica que espera una breve resolución puesto que se pensaba inaugurar muy pronto el teatro Kursaal. No sabemos si tuvo una rápida respuesta o no, lo que sí consta en este memorial es que el Ayuntamiento primero solicitó a Juan José Méndez de Vigo la documentación que acreditase que era el representante legal de Felisa Lázaro. Las reformas se hicieron porque el teatro Kursaal acogió a numerosos espectáculos y actuaron compañías de la importancia de María Guerrero.

Este teatro pasó en 1917 a pertenecer a la compañía de electricidad llamada Electromotora Equitativa, S.A., presidida entonces por Pascual Antón, compañía que reedificó un nuevo teatro, que es el que conocemos hoy, sobre diseño del arquitecto Alfonso Garín siendo, entonces y ahora, uno de los más bonitos de España.

Con posterioridad ha sido remodelado en otras ocasiones para permitir su mantenimiento por mucho más tiempo, como en 1996, en que fue reinaugurado por la reina Sofía.

Con el documento del mes queremos recordar a una mujer, Felisa Lázaro, que tuvo la valiente iniciativa de dar otra vida a aquel teatro-circo de los orígenes para que pasara a ser un salón para espectáculos que, reinaugurado, cumple este mes sus primeros cien años.

Ver documento

[1] AHME. Documentación municipal. 1909. Kursaal de Elche. Petición de permiso por el representante de dicho Coliseo a nombre de la propietaria del mismo, Felisa Lázaro, para hacer obras. Sign.: 23, nº 72.