Agentes de la GRUMAT requisaron dos lotes de mercancía en sendas operaciones desarrolladas en La Marina y dieron aviso a la Inspección de Sanidad
Agentes de una dotación del Tritón de la GRUMAT (Grupo Marítimo y Atención Turística) intervinieron cerca de 150 kilos de pescado y marisco que estaba siendo distribuido de forma que no se garantizaban las condiciones higiénico-sanitarias en dos operaciones realizadas este mes en La Marina.
La primera intervención se realizó el 6 de agosto, sobre las 10:30, cuando los agentes observaron durante su servicio en La Marina un vehículo mal estacionado que generaba atasco en la vía. Al contactar con el conductor detectaron un comportamiento extraño, seguido de un fuerte olor a pecado y un reguero de agua que caía desde el interior del vehículo a la vía pública.
Los agentes pudieron comprobar que transportaba pescado y marisco que, según la versión del conductor, había sido comprado en la Lonja de Alicante, pero sin aportar justificante o factura, así como de la propia actividad de venta. Además, el mantenimiento y conservación del género generó sospechas a los actuantes, dando cuenta de la situación ante la Inspección de Sanidad en Alicante, realizando la inspectora desplazada comprobación de los casi 85 kilos de mercancía y confeccionando acta de lo sucedido.
Unos días después, la dotación de la GRUMAT volvió a ver cerca de la zona de playa el vehículo utilizado para la distribución, observando de nuevo como caía agua desde el interior de la caja de la furgoneta al camino por el que circulaba. Esto motivó nuevamente que se personara un inspector, quien confirmó nuevamente el transporte de otros 60 kilogramos de pescado y moluscos en un vehículo sin refrigeración y no apto para el transporte de alimentos. Esta vez, incluso, sin conservación del hielo que acompañaba al producto. Según la versión del implicado, lo habría comprado de madruga en Santa Pola y hasta ese momento habría permanecido en el interior del vehículo, produciéndose una rotura de la cadena de frío y un riesgo para la salud de los consumidores, junto con otra serie de infracciones.
Ante esta nueva situación, y teniendo en cuenta los antecedentes, la dotación de la GRUMAT de la Policía Local ilicitana dio cuenta de un posible delito contra la Salud Pública, además de advertir a la autoridad sanitaria sobre los posibles locales donde pudo distribuirse la mercancía.