El alcalde, Carlos González, asegura que actualmente la situación sanitaria es estable gracias a la responsabilidad de la sociedad ilicitana, y llama a trabajar unidos para afrontar la recuperación
El Ayuntamiento de Elche ha rendido su más emotivo homenaje a las víctimas del coronavirus y a los servicios esenciales del municipio. En torno a 550 personas han asistido a un acto conmemorativo en la Plaça de Baix que pone de manifiesto el duelo y el respeto de todo un pueblo hacia quienes sucumbieron ante la pandemia y hacia quienes posibilitan diariamente, con su trabajo, que Elche salga de una pesadilla que comenzó el 14 de marzo de 2020. Un día para la historia en que Moncloa decretó el estado de alarma y el cual hace retrotraernos a un periodo de confinamiento domiciliario y carestía de material sanitario específico.
El evento, presidido por el alcalde, Carlos González, quien ha estado acompañado por las conselleras de Sanidad y de Universidades, Ana Barceló y Carolina Pascual; por la subdelegada del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador; por el rector de la UMH, Juanjo Ruiz; y por miembros del Equipo de Gobierno y de la Corporación Municipal, así como de otras autoridades y representantes civiles, religiosos y castrenses, ha arrancado a las 19:00 horas de la tarde del miércoles 17 de noviembre con las voces de la Capella del Misteri, que han llenado de majestuosidad el espacio público preparado para la ocasión con el ‘Gloria Patri’. A continuación, el silencio se ha apoderado de los presentes con un minuto que ha dado paso a las canciones ‘Gabriel’s Oboe y ‘Hallelujah’ interpretadas con la solemnidad del violoncelo.
“La pandemia ha sido auténticamente terrible. Todos somos conscientes de ello porque, de una forma u otra, la hemos vivido en nuestras propias carnes. Este virus letal ha ocasionado estragos y ha sembrado la desolación en nuestra ciudad”, ha asegurado González, quien, ha especificado, que “ha enfermado a miles de ilicitanos, obligado a cerrar negocios, vaciado nuestras calles y centros educativos, provocado graves consecuencias psicológicas, además de pérdidas ingentes para empresas y autónomos, sometiendo al máximo estrés a nuestro sistema sanitario y a nuestros profesionales”. “Y lo más doloroso”, ha continuado, “nos ha arrebatado, al menos, 284 vidas de ilicitanos e ilicitanas”.
El regidor, que ha destacado que este miércoles será “un día que dejará huella en la memoria colectiva de la ciudad” por ser la “expresión de la memoria, el cariño y la solidaridad”, ha recordado a los mayores de edad avanzada: “La pandemia les ha afectado de manera desproporcionada; el confinamiento ha supuesto soledad y un aislamiento muy duro y difícil de sobrellevar, pese a lo cual han demostrado una fortaleza auténticamente admirable”.
La consellera de Sanidad ha trasladado el afecto del Consell a los familiares de los fallecidos y los servicios esenciales: “Vuestro dolor es compartido por toda la sociedad, siendo nuestra obligación honrar y no olvidar a las víctimas y exponer el agradecimiento que quienes velaron por nosotros para que, en lo peor, no nos dejáramos llevar por el miedo y la incertidumbre; hombres y mujeres de diversos sectores y actividades que nunca habían tenido el reconocimiento que en justicia merecen por su contribución al normal desarrollo de nuestro día a día”.
Barceló, que ha ensalzado “el comportamiento ejemplar y la entereza” con la que la sociedad ilicitana hace frente a la pandemia, ha alabado con igual entusiasmo al personal de servicios esenciales “por su esfuerzo y entrega” y a los sanitarios “por su generosidad”, en una crisis sanitaria, la peor del último siglo, que ha supuesto “una importante lección de compromiso e integridad para todos”. “La sociedad ha sabido estar a la altura, con una responsabilidad que ha quedado patente con la campaña de vacunación. La inmunización es la más fiable herramienta para dar por erradicada la pandemia”, ha valorado.
Ofrenda de claveles blancos
La consideración hacia los fallecidos ha continuado con una ofrenda de claveles blancos y con las palabras de María José del Valle, madre de una joven de 19 años incluida entre las 284 víctimas fenecidas en el municipio. Aunque los asistentes también han podido escuchar el testimonio esperanzador de José María Rico, uno de los más de 28.116 contagiados en total en Elche desde el inicio de la pandemia, y que, tras 15 días en la UCI en coma, superó la enfermedad sin secuelas.
Las flores han materializado la escultura de unas manos aplaudiendo; esa ovación que, durante cada día del confinamiento, a las 20:00 horas, la ciudadanía dedicó al personal de los centros de salud y hospitales, que en nuestra ciudad suma más de 4.000 personas y que ha sido reconocido en los últimos tiempos con la Medalla d’Or del Bimil·lenari, entre otros galardones, muestra del cariño y la admiración de los ilicitanos e ilicitanas por el trabajo de sanitarios, administrativos, limpiadores…
La facultativa del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario del Vinalopó Érika Ascuña ha rememorado que el coronavirus ha supuesto el crecimiento a nivel personal y profesional del personal sanitario, si bien el miedo ha estado presente “por nuestras vidas y por la de nuestras familias”. “El dolor de los pacientes, sus allegados y la incertidumbre terapéutica nos minaba”, ha añadido, aunque ha reconocido que “seguiremos dando lo mejor de nosotros en cualquier escenario que se pueda presentar”.
“La sociedad ha sabido estar a la altura, con una responsabilidad que ha quedado patente con la campaña de vacunación. La inmunización es la más fiable herramienta para dar por erradicada la pandemia”, valora la consellera de Sanidad, Ana Barceló
La jefa de sección de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario de Elche, Mar Masía, ha enfatizado que el departamento de salud del General ha obtenido los mejores resultados en términos de mortalidad por COVID-19 de la Comunidad Valenciana, ha contribuido a generar conocimiento nuevo sobre la enfermedad y que continúa atendiendo en una consulta específica a los pacientes actuales hasta su recuperación. “Esta pandemia nos ha hecho darnos cuenta de que somos vulnerables; hemos vivido momentos de desconcierto e inseguridad, de máxima tensión y miedo, especialmente cuando no había tratamientos ni vacunas”. Medio centenar de personas ingresaban diariamente por coronavirus en el General en los momentos más duros; un centro que ha atendido 1.800 casos en total de esta patología: “Nos ha hecho darnos cuenta de que somos capaces de enfrentarnos a situaciones límite y sacar lo mejor de nosotros mismos”, ha concluido Masía.
Vacunaciones
Gracias a la labor de auxiliares, enfermeros y médicos, y a la campaña de inmunización que ha permitido tener a un 90% de la población ilicitana mayor de 12 años vacunada con la pauta completa –una cifra por encima de la media autonómica y nacional–, a 17 de noviembre, únicamente existen seis hospitalizados por coronavirus en las dos áreas de salud del municipio. Quedan lejanas cifras como las del 26 de enero del presente año, cuando se alcanzó el pico de hospitalizados por la COVID-19 con un total de 365 personas en planta y 67 en unas ucis por las que han pasado 372 pacientes desde marzo de 2020.
Sin embargo, los sanitarios no fueron los únicos que desarrollaron su labor más allá del deber en lo más crudo de la pandemia, exponiéndose a los peligros del patógeno. En Elche, más de 400 personas de la contrata de limpieza viaria y recogida de residuos, más de 4.000 profesores que debieron implementar clases en línea en tiempo récord, cerca de 800 agentes de la Policía Local y Nacional que garantizaron la aplicación de las restricciones o el casi un centenar de profesionales de servicios sociales que atendieron a familias en situación de vulnerabilidad demostraron una vocación y solidaridad que conmocionó a la sociedad. También las miles de aparadoras ilicitanas, cuya fuerza laboral ayudó a fabricar batas sanitarias y más de 70.000 mascarillas en un contexto de desabastecimiento.
“Gratitud definitiva a todos ellos y ellas, auténticos héroes en el sentido más épico de la expresión, porque todos y cada uno han sido el mejor ejemplo de los valores cívicos de nuestra ciudad, dando una lección de serenidad, compromiso y generosidad”, ha señalado González, que ha seguido dando las gracias a los hombres y mujeres del Ejército, de los geriátricos, de los servicios municipales de aguas, mercados de abastos y cementerios, de los transportes de pasajeros y mercancías, del sector agrícola, del comercio de proximidad y de las peluquerías, de los colegios profesionales, de las centrales sindicales y de los medios de comunicación.
“Igualmente, quiero mencionar expresamente a nuestros empresarios grandes y pequeños, autónomos, profesionales… a nuestro tejido productivo en general: calzado, construcción, automoción, comercio, hostelería, restauración, ocio nocturno, cultura… Todos ellos han sufrido las consecuencias económicas de una caída de la demanda sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Su tesón, resistencia y compromiso con la ciudad son dignos de admiración”, ha resaltado.
De hecho, numerosos profesionales han intervenido mediante un vídeo pregrabado. La agente Ana Guillén de la Policía Local; el periodista Mario Abril; los coordinadores de Protección Civil y de DYA, Moisés Durá y Antonio Tarí; la médica Ana Puche; la enfermera Pilar Ferrández; el hostelero Tomás López; la jueza decana de Elche, María José Boix; la farmacéutica Teresa Serrano; la empleada de supermercado Carmen Iniesta; el familiar de fallecidos por la pandemia Rubén Moratón; y la docente Assumpció Tormo, han emocionado al público relatando sus experiencias en primera línea.
Cápsula del tiempo
Con el fin de que las generaciones futuras no olviden este gran sacrificio de la sociedad ilicitana contemporánea, el Ayuntamiento ha creado una cápsula del tiempo que se enterrará en una zona verde de nueva creación junto al Cementerio Viejo, la cual se dedicará a las víctimas de la COVID-19. Los presidentes de la Asociación de Informadores de Elche y la Asociación de Periodistas de Elche, Genoveva Martín y Pablo Serrano, han introducido documentos sobre la actualidad informativa del periodo pandémico, mientras que la edil de Sanidad, Mariola Galiana, ha hecho lo propio con un pendrive con el audiovisual de los testimonios.
Una mascarilla, una botella de hidrogel, unos guantes de látex, y un termómetro han sido incluidos en el recipiente, respectivamente, por Inma Lara en representación de las voluntarias y los voluntarios; por el Hospital del Vinalopó, Érika Ascuña; por el gerente del Hospital General, Carlos Gosálbez; y por Mari Carmen Hurtado personificando a la comunidad educativa.
“En definitiva, en un día como hoy, quiero expresar la gratitud a todos los ilicitanos e ilicitanas, al pueblo de Elche en su conjunto, por su indudable resiliencia”, ha reiterado el munícipe, tras alabar el comportamiento modélico, la responsabilidad, la entereza y los esfuerzos de toda una colectividad, durante estos 614 días trascurridos desde el 14 de marzo de 2020, que ha logrado contar en la actualidad con “una situación sanitaria estable, lo que nos permite vivir esta etapa de nueva normalidad con confianza y optimismo, si bien todavía con máxima responsabilidad y adoptando las debidas cautelas”.
Por último, González ha llamado a los ilicitanos e ilicitanas a afrontar el triple desafío de la pospandemia: “Mantener la pandemia en parámetros asumibles; impulsar una recuperación económica social y justa; y administrar con inteligencia los fondos europeos Next Generation, que deben servir para modernizar Elche y su economía”. Y ha instado “a mirar el mañana con confianza y esperanza, y enfrentarnos al futuro con el coraje y el espíritu de superación que siempre nos ha caracterizado”, pero, sobre todo, “a trabajar unidos sumando esfuerzos para salir adelante y seguir avanzando” con el objetivo de que Elche lidere la construcción social y económica en la Comunidad Valenciana. “No será fácil; pero juntos, como en otras ocasiones, lo conseguiremos”, ha finalizado el regidor.
El emotivo acto conducido por la periodista Maje Amorós, con el que Elche desea cicatrizar las heridas de la pandemia, y que conecta a la ciudadanía actual con aquella del pasado que, igualmente, sufrieron envites epidémicos, ha acabado con la lectura del poema ‘Para la libertad’ del eterno Miguel Hernández.