HISTORIA

El nacimiento del Raval de Santa Teresa o del Pla se proyecta a finales del siglo XVII coincidiendo con la terminación unos años antes del convento franciscano de San José (1678) y el anuncio de la construcción de un nuevo puente, el de Santa Teresa, que tardó hasta mediados del siglo XVIII para hacerse realidad (1756). El aumento de la población, los altos precios del suelo en el otro lado del río Vinalopó y la existencia de palmerales, fueron otros de los motivos para ocupar estas tierras de secano. La construcción comenzó por la zona más próxima al convento y al camino de Orihuela y luego se expandió en terrenos del marqués de Elche, más cercanos al nuevo puente que convertiría la calle Mayor del Pla en una vía principal de salida hacia Crevillent. En 1761 contaba ya con 1.381 habitantes que se dedicaban mayoritariamente a la agricultura. A principios del siglo XX proliferaron los talleres de alpargatas que fueron desapareciendo conforme las empresas adquirieron mayores dimensiones y fueron ubicándose en la periferia, convertidas ya en fábricas de calzado. El barrio, en la actualidad tiene una función primordialmente residencial aunque la calle Mayor del Pla mantiene su actividad comercial mientras que en la plaza de los Reyes Católicos el antiguo convento franciscano de San José se reconvirtió en un complejo arquitectónico que reúne el Archivo Municipal y la Biblioteca Central junto a la iglesia de San José, la capilla del Cristo de Zalamea y el templo de la Orden Tercera de los franciscanos, hoy sala de exposiciones que colinda con el Centro de Estudios Miguel Hernández. En la misma plaza se encuentra, desde 2013, el edificio de la Universidad Cardenal Herrera-CEU Elche que fue anteriormente Palacio de Justicia entre 1980 y 2010.

En esta parte del Raval de Santa Teresa aunque también se han sustituido la mayor parte de sus casas de planta baja por edificios en altura aún conserva ese aire de pueblo por sus estrechas y empinadas calles.

En la parte sur y oeste, el nuevo ensanche del Raval de Santa Teresa de principios de siglo XX lo preside el edificio del Asilo de ancianos de San José que se construyó a la vez que el barrio (1916-1919) y que ocupa una manzana entera siendo uno de los más significativos de Elche. En la última reforma, de 1982, se invadió la huerta y el jardín para su ampliación. Le rodeaban casitas de planta baja muchas de ellas con patio trasero propiedad en muchos casos de agricultores del Camp d’Elx sobre todo en la zona de Conrado del Campo. La calle del Asilo estaba arbolada en los años 50 y encara el Asilo con el Paseo de Germanías cuyo origen es más antiguo pues ya existía como espacio urbano a finales del siglo XIX. Durante el franquismo fue llamado Paseo de los Caídos hasta que en 1979 cambia al actual nombre. En uno de sus lados se encuentra el colegio Miguel de Unamuno construido en los años 60 donde anteriormente estuvieron las Escuelas Graduadas (1931) que fue el primer grupo escolar público de Elche.

A espaldas del complejo monumental de San José se ubica el Centro Social del barrio y la sala de teatro infantil y juvenil La Tramoya en las antiguas instalaciones del Parque de Bomberos de Elche que cumplió esta función entre los años 1968 y 1990.

El barrio de San José a pesar de las transformaciones sufridas es junto a su vecino el Raval de Sant Joan los de mayor solera de Elche. Ambos separados por el cauce del río Vinalopó y unidos por el puente de Santa Teresa, la pasarela de Vicente Albarranch y el Pont de la Generalitat.