MAHE

Exposición Permanente del MAHE

La colección permanente del museo se articula en un discurso lineal en el que los conceptos se enlazan de forma cronológica en torno a una idea central: la identidad social del territorio se ha conformado a partir de los distintos colectivos, de las distintas culturas e identidades que se han sucedido en el mismo a lo largo de su historia.

La Sección de Arqueología

La Sección de Arqueología se articula en seis salas, cada una de ellas con un contenido específico pero relacionado entre sí. De hecho, no existe compartimentación visual al recurrir a una división del espacio con paneles de cristal. Este diseño responde a la idea de que la historia no se divide en compartimentos estancos, pues participa de procesos comunes y algunos acontecimientos tienen repercusión en momentos posteriores. En cada panel se puede leer un texto introductorio con una presentación de las características generales del período comprendido en la sala.

Las salas en las que se subdivide este espacio son:

EL TERRITORIO

El conocimiento del territorio inmediato a la ciudad y los cambios que se han producido en su morfología, han constituido el punto de partida de numerosos estudios, pues han condicionado la ocupación del territorio y la explotación de los recursos a lo largo de la Historia.

Una ortofoto, realizada desde satélite, a todo color, muestra el territorio correspondiente al término municipal de Elche y sus inmediaciones, sobre la que se ha dispuesto una serie de puntos con numeración indicando el emplazamiento de los yacimientos presentes en cada época.

La imagen, retroiluminada y cubierta por cristal blindado, se dispuso en el suelo, de forma que es transitable y permite al visitante reconocer la dimensión real del espacio geográfico a partir de elementos cercanos a su entorno, obtener una lectura visual del patrón de asentamiento y comprender qué zonas han sido ocupadas desde los inicios de la presencia humana en nuestras tierras. Se puede observar, como elemento de especial significación, la disposición ortogonal del parcelario, relacionada con la centuriatio de la época de Augusto (63 ane – 14 dne), cuyos caminos han permanecido en el tiempo y, fosilizados, perviven aún en la actualidad.

En la sala se rinde también un pequeño homenaje a Aureliano Ibarra y Manzoni, Pedro Ibarra y Ruiz y Alejandro Ramos Folqués, pioneros en la constitución de colecciones germen del actual museo.

LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS HUMANOS

El territorio del Sinus Ilicitanus ha condicionado los asentamientos humanos a lo largo de la Historia. Desde las innovaciones que surgen con la primera ocupación durante el Neolítico, la posterior consolidación de las comunidades agrícolas, el descubrimiento de la metalurgia y la aparición de las primeras diferencias sociales, fenómeno éste último que aumenta en la Edad del Bronce. En el Bronce Final, se intensifican los contactos comerciales entre pobladores locales con otros grupos peninsulares o mediterráneos.

En este espacio se muestra una selección de los objetos más representativos de cada contexto cultural de la prehistoria en el término municipal. Para ofrecer un mejor acercamiento a la tecnología del período, se presentan varias reconstrucciones realizadas con propósitos ilustrativos: remonte de un núcleo de sílex con talla laminar, cestería de esparto, flecha montada y arco, azuela enmangada, etc.

Dos vitrinas exentas muestran materiales significativos: un vaso cerámico de almacenaje de la Edad del Bronce (yacimiento de Caramoro, al norte de la ciudad), y un conjunto de hachas-lingote procedente de un tesoro localizado en La Alcudia, correspondiente a los momentos finales de la Prehistoria en nuestras tierras y que evidencia la incipiente dinamización de los intercambios y la aparición de la desigualdad. Las piezas aparecen representadas en el audiovisual proyectado en la sala. Dicho audiovisual recoge escenas de la vida cotidiana en el yacimiento de Caramoro. Una recreación escenográfica presenta un enterramiento de la misma época, realizado en el interior de una casa de dicho yacimiento, como era habitual en el período.

LA CULTURA IBÉRICA: LA PRIMERA CIUDAD DE ILICI

El desarrollo que experimentan los grupos indígenas alrededor del año 1000 antes de nuestra era, junto con la llegada de comerciantes extranjeros, suponen cambios en las prácticas tradicionales y la culminación del proceso que transformará el urbanismo, la cerámica, la relación con el medio y la organización social, pero, también, la propia percepción del individuo y de sus dioses, a través de una iconografía extendida por todo el Mediterráneo. Es el nacimiento de la cultura ibérica.

Se expone, en esta sala, una selección de los objetos más representativos del período, procedentes de distintos yacimientos adscritos a esta cultura. La presentación responde a una visión general de la explotación del entorno: agricultura, ganadería, pesca y sus derivados. Las relaciones con otros puntos del Mediterráneo constituyen un factor decisivo tanto en el desarrollo del mundo ibérico como en su final, tras la inmersión en la cultura romana. Esta evolución se muestra a través de los diferentes objetos cerámicos y en la aparición de nuevos indicadores culturales como la escritura o la adopción de elementos decorativos. El discurso de la sala concluye con la irrupción del mundo romano, patente en nuevos indicadores, como la moneda, las importaciones y los cambios en la arquitectura y la lengua.

En el centro de la sala, se han dispuesto dos grandes vitrinas en las que se exponen dos piezas cerámicas significativas: un vaso de almacenaje denominado “Tinaja de Tanit” y un oinochoe con representación simbólica, procedentes ambos de La Alcudia.

La proyección del fondo de la sala recoge escenas de la vida cotidiana en el yacimiento de La Moleta, situado al norte del término municipal junto al camino que posteriormente definirá la vía Augusta. La recreación escenográfica representa un enterramiento de esa misma época, tomando como modelo la necrópolis de Cabezo Lucero en Guardamar del Segura. Aunque este yacimiento se sitúa fuera del término municipal, la existencia en el museo de materiales de este yacimiento (propios de ajuares) explica dicha realización.

 

LOS PRÍNCIPES IBEROS: EL ESPLENDOR DE LAS COMUNIDADES LOCALES

Esta nueva concepción del individuo encuentra en las necrópolis su mejor campo de expresión y ya desde el siglo VI antes de nuestra era, el paisaje funerario se puebla de tumbas monumentales, situadas estratégicamente en la entrada de la ciudad. La escenografía, al servicio de una idea político-religiosa, alterna soportes y temas. Monumentos turriformes, pilares estela y estatuaria, expresan el deseo de permanencia más allá de la muerte.

De esta manera, se expone una selección de escultura ibérica perteneciente a contextos funerarios de diversos puntos del término municipal y de otros yacimientos, como el Arenero de Monforte. La disposición de los restos escultóricos responde a la concepción de la sala como un espacio funerario, en el que los dibujos de los paneles nos ubican en medio de un paisaje jalonado por los monumentos y personajes, que reproducen las escenas propias de estos contextos: libaciones, sacrificios, banquetes fúnebres y cremaciones.

En el espacio central de la vitrina, se exponen algunos de los elementos de ajuar recuperados en una tumba singular localizada en la Hacienda Botella, cerca de La Alcudia, acompañada de un friso en la parte superior, que representa la procesión fúnebre previa a la cremación del difunto.

En esta sala también se han dispuesto cuatro elementos singulares: dos recreaciones de sendos monumentos funerarios, uno a partir de los restos localizados en el Parque Infantil de Tráfico de Elche –que incluye la representación escultórica de una esfinge – y otro, realizado con fragmentos de cornisa y sillares moldurados coronados por uno de los toros del Arenero de Monforte. Completan el conjunto un fragmento escultórico correspondiente a otra esfinge y la piedra-betilo localizada en el témenos o área sacra del Parque de Elche.

La proyección del fondo de la sala recoge escenas correspondientes al ritual funerario de época ibérica, desde la exposición del cadáver al depósito definitivo de los restos cremados. Bajo la pantalla de proyección, se dispone una recreación de los restos localizados en la Hacienda Botella: troncos carbonizados y numerosos fragmentos de cerámica, que permitieron detectar una tumba singular datada entre finales del siglo III y principios del siglo II antes de nuestra era.

 

LA COLONIA IULIA ILICI AUGUSTA

A mediados del siglo I antes de nuestra era, se inició la fundación de Ilici. La nueva ciudad obtuvo la condición de colonia de ciudadanos romanos (colonia civium romanorum) y el derecho latino (ius italicum) erigiéndose como uno de los centros más importantes del sureste peninsular. Los restos conservados muestran aspectos diversos de la cultura romana en nuestras tierras, constatan la presencia bizantina y revelan la continua ocupación del territorio en momentos previos a la fundación de la Ilš islámica.

Las vitrinas reúnen una selección de los objetos más representativos de este período, procedentes de distintos yacimientos adscritos a esta cultura. La presentación responde a una visión general de la explotación del entorno: agricultura, ganadería, pesca y sus derivados. Así, temas como la transformación del paisaje y su conversión en un parcelario perfectamente establecido tras lacenturiatio, contemporánea a la creación de la colonia, quedan reflejados de forma gráfica en el panel y en los objetos que se presentan. Entre los temas que componen el discurso encontramos: la transformación del paisaje, su explotación, la arquitectura, la religión, las villas, los ajuares domésticos, el juego, la muerte y el fin de la Antigüedad.

En el centro de la sala, se han dispuesto dos grandes vitrinas en las que se exponen dos piezas significativas: uno de los erotes de mármol recuperados por Aureliano Ibarra Manzoni durante las excavaciones, en 1862,  de la villa de Algorós y cedido en depósito al MAHE por el MAN; y la Venus de Ilici, escultura de mármol blanco que representa a la divinidad desnuda y en actitud púdica tras salir de las aguas.

La proyección del fondo de la sala recoge escenas de la vida cotidiana en el territorio de Ilici, al que se accede por la vía Augusta. Aparecen al fondo los campos y se pasa a la vista de una de las villas, partiendo del esquema en planta de la villa de Algorós. De hecho, en la recreación de sus interiores, se incluyen los elementos expuestos y publicados por Aureliano Ibarra. Del interior de la villa se pasa de nuevo al exterior, donde se observa una necrópolis, fotograma que enlaza con la iluminación del espacio bajo la pantalla, donde se recrea una de las tumbas localizadas en el yacimiento del Arsenal (Elche). Caracterizada por el ritual de inhumación, en este sarcófago, realizado con piedra caliza de las canteras locales, se localizaron restos de tres individuos.

 

EL MÉTODO ARQUEOLÓGICO

Los grupos humanos dejan vestigios materiales de su existencia y es en los yacimientos arqueológicos donde encontramos, en parte, la imagen de esas sociedades pasadas. Por ello, la Arqueología permite reconstruir la historia de las sociedades y sus modos de vida. Una excavación arqueológica proporciona gran cantidad de datos, aunque existen otras muchas posibilidades de aproximación a nuestro patrimonio. Por ello, documentar es fundamental, pues lo que no queda registrado puede perderse para siempre.

En la sala se muestra la recreación de la excavación, que está directamente relacionada con el audiovisual proyectado, que presenta diferentes momentos del proceso de excavación del sector 4C de las denominadas “Casas ibéricas” de La Alcudia. Bajo la pantalla, se completa la presentación de objetos e instrumental.

 

La Sección de Historia

El acceso a la Sección de Historia se produce a través de una zona descubierta, que discurre paralela al palmeral, a los restos de la antigua muralla islámica y junto a los restos de un acueducto de la red de riego derivada del río que cruza la ciudad, cuya canalización principal llegaba al casco urbano justo por detrás del alcázar, cruzando su patio de armas.

A diferencia de la Sección de Arqueología, que partía de un espacio nuevo, de gran amplitud, diáfano y neutro, sin restricciones a la hora de diseñar el espacio expositivo, en la Sección de Historia la exhibición de piezas tuvo que adaptarse a las particulares condiciones de las salas de un edificio histórico.

Se mantiene el empleo de pantallas táctiles, en este caso de menores dimensiones, las proyecciones se realizan sobre paneles adaptados al propio cristal de vitrina y para la sonorización se utilizan campanas de sonido, que proyectan de forma direccional la audición. Disminuye el número de objetos de cada sala, centrando el discurso en piezas de especial singularidad, que se contextualizan a través de proyecciones y audiciones: los objetos “hablan” al visitante y “cuentan” historias. 

DE ILICI A ELX

La evolución histórica de Elche permite apreciar la notable transformación experimentada desde su fundación. Para facilitar al visitante la comprensión de la ciudad actual, se proyecta sobre una maqueta, en la que se sitúan los principales enclaves y monumentos, las sucesivas reformas del trazado urbano hasta nuestros días, todo acompañado de un audiovisual que ilustra cada momento.

LOS ESPACIOS DE LA CIUDAD

Las transformaciones de la ciudad de Elche fueron recogidas por viajeros y cronistas. Se trata aquí de mostrar no solamente cómo nos vemos los habitantes de la ciudad, sino cómo nos han visto los que han pasado por ella, desde al-Idrisi (ca. 1150), Hyeronimus Müntzer (1494-1495), Joseph Towsend (1786-1787), Alexandre Laborde (1806-1820)…

Sus escritos proporcionan información de diferentes aspectos que han resultado decisivos para configurar la historia de la ciudad. Estos cambios se pueden observar también en la evolución del paisaje urbano (monumentos, edificios públicos o religiosos) y rural (campo, regadío), evolución plasmada en los diferentes paneles interactivos de la sala.

ILŠ: LA MEDINA ISLAMICA

Con la formación de Ilš en el siglo X, la ciudad islámica de Elche se convirtió en el principal núcleo urbano de un territorio articulado en alquerías. Contaba con un sistema defensivo compuesto por muralla, torres y foso y se accedía a ella a través de varias puertas, como la Calahorra. La ciudad participó del proceso cultural que culminó con la islamización completa de la sociedad.

En la presentación de los objetos se optó por presentar, de forma preferente, piezas contemporáneas entre sí -del período almohade-, con el fin de que la sala permitiese contemplar todos los elementos recuperados y, de ese modo, facilitar la visión de conjunto, en ocasiones dificultada por la presencia de elementos de varios momentos.

Se disponen, además, dos vitrinas con elementos aislados, significativos tanto por su funcionalidad como por su estado de conservación: un tannur (horno) y un brasero.

Destacamos la presencia en la sala de varios elementos arquitectónicos integrados en el discurso mediante cartelas con texto y dibujos ilustrativos, especialmente interesantes en el caso de los sistemas de aprovisionamiento hídrico de época islámica.

DE LA COEXISTENCIA CON EL ISLAM AL UNIFORMISMO DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA

Tras una primera ocupación castellana del Elche andalusí, el Tratado de Torrellas (1304) y el Privilegio de anexión (1308) suponen su incorporación definitiva a la Corona de Aragón, como parte del Reino de Valencia. El Elche repoblado se integró en el ámbito feudal hispánico, sufriendo profundas transformaciones. La población musulmana fue concentrada en un arrabal extramuros y, en 1609, la expulsión de los entonces “moriscos” supuso la desaparición aproximada de un tercio de sus habitantes. La recuperación se inició a finales de siglo, gracias a una producción agraria ligada al mercado y a usos industriales: aceite y barrilla para hacer jabón.

Un menú táctil permite al visitante incidir en aspectos concretos sobre la sociedad, la economía, las instituciones o los hechos más destacables de cada uno de los períodos. El menú permite también acceder a una serie de biografías de personajes significativos, figuras destacadas o representativas de un determinado comportamiento social, desde un mercader del siglo XV, un alfaquí de la aljama medieval, el primer marqués de Elche o un ejemplo de los nuevos nobles de finales del XVII.

La exposición de piezas se concreta en un número muy limitado de objetos y algún montaje. Su exhibición no responde exclusivamente a su valor artístico o histórico, sino que se intenta recrear el contexto histórico en el que se crearon. Por ello la exhibición de los objetos se acompaña de un vídeo proyectado sobre el vidrio de la vitrina y con una audición explicativa, a través de una campana de sonido.

ENTRE EL ANTIGUO RÉGIMEN Y EL MUNDO CONTEMPORÁNEO

El siglo XVIII comienza con la Guerra de Sucesión, que supuso la pérdida de autonomía local y la implantación del modelo municipal castellano. Pronto se inicia una etapa de auge económico, aunque la creciente diferenciación social constituye un síntoma de la crisis del Antiguo Régimen. Con la Guerra del Francés y hasta 1833, se produce la crisis de la sociedad feudal y el surgimiento del capitalismo. A partir de ese momento se configurará la ciudad contemporánea, con la transformación de las estructuras productivas, especialmente el proceso de industrialización, paralelo al nacimiento de una nueva clase trabajadora.

El esquema es idéntico al de la sala anterior. Las piezas intentan acercar al visitante a un contexto histórico determinado, a través del testimonio de los propios protagonistas, siempre que ha sido posible. Así, una máquina de coser nos sirve para acercarnos al papel de la mujer en la primera industrialización ilicitana y a sus condiciones de trabajo, junto con la audición de un panfleto de una sociedad obrera de la época –El Despertar femenino– y el vídeo que recoge, entre otros documentos, fotos de fábricas de principios del siglo XX. Se ha intentado, así, un acercamiento a la gente anónima que construye la historia.

CONSTRUYENDO EL PRESENTE

Tres proyecciones audiovisuales simultáneas reconstruyen, a través de instantáneas, la cambiante historia de Elche durante el siglo XX: la modernización urbana, las transformaciones económicas y políticas, los movimientos culturales, etc. Una imagen del pasado reciente de Elche a través de sus ciudadanos.